Otoño...
Puedes seguir desnudándome aunque, con eso, solo conseguirás quitar los últimos tonos ocres que cubren mi cuerpo. Será algo meramente fÃsico.
Mi alma está desnuda.
Asà como lo haces con los árboles, poco a poco, hoja a hoja...
Si, asà se han ido cayendo las capas que parecÃan mantenerme protegida.
Solo queda el tronco esperando brotes nuevos y será ahà cuando tendré la capacidad de hacer sombra.
Otoño, aunque no lo parezca, sigues siendo mi estación.