QuÃtate la ropa, asà está bien...
No dejes nada por hacer y ven,
si has venido a comprarme, ¡¡lárgate!!
si vas a venir conmigo, ¡¡agárrate!!
Bunbury (Apuesta por el rock and roll)
Capa a capa...
Todo fue cayendo por su propio peso. Sus prejuicios, sus miedos, su rubor.
Fue como abrir todas las ventanas de golpe en un dÃa de viento. La corriente de aire limpió su alma.
Y asÃ, un dÃa su risa tuvo volumen, su soledad recibió a personas y su reflejo en el espejo comenzó a mostrar la mujer que vivÃa dentro de ella.
Quiso ser esa mujer...
Quiso sentir como se merecÃa.
El viento la llevó al lugar de donde un dÃa habÃa decidido marchar.
Miró, con la perspectiva de los años, todo lo que le habÃa hecho ser de otra manera y sabÃa que, aunque valió la vida, habÃa algo que nunca debió dejar de hacer o que, quizá hasta ese momento, no habÃa hecho.
Una bocanada de oxigeno casi la dejó sin poder respirar, fue demasiada cantidad de golpe.
Sintió que ya nada aprisionaba sus pulmones, experimentó sin más el éxtasis de la libertad.
Las cuerdas, en el suelo partidas, le indicaron que no tenia ningún motivo para seguir arrastrando los pies.
Y, como si fuese un pájaro caÃdo de un nido, comenzó a mover las alas con fuerza para alzar el vuelo.
En su feminidad, en su piel, en sus ojos...
Tan simple como eso. Amarse.
Ese tipo de amor que habÃa dedicado siempre al resto ahora era el protagonista de su propia VIDA.
Ella, mujer, madre, amiga, amante...
Ella. Diferente e igual que el resto.
Ella...
El viento la volvió a colocar en el mismo lugar pero... ya no era la que se fue.
Es la que ha llegado.
Y... ¿si vienes y nos vamos?
¡¡Agárrate!!