Sin darme cuenta te esperaba, llevaba mucho deseando tu llegada.
Mi cuerpo temblaba cada vez que dabas un paso hacia mi. Mis ojos miraban hacia otro lado para no ver lo evidente.
Mis dedos jugueteaban con el anillo que rodeaba mi dedo anular izquierdo, arriba y abajo, quizá buscando cual serÃa la sensación de no tener nada en él que lo aprisionase.
Y plas!!! Golpe!!!
Cuando llegaste... te odié!!!
A lo grande, con todas mis fuerzas. Fuiste un regalo rechazado por una niña caprichosa que habÃa cambiado de opinión.
Me hiciste patalear como si con eso pudiera cambiar algo de lo que estaba ocurriendo.
- Hola "guapa" ¿Me reconoces?
- Vete a la mierda- contesté con toda mi rabia y desesperación.
Pero... ¿Qué estaba ocurriendo?
¿Acaso no era lo necesario? ¿Esto no era una nueva oportunidad para mi?
¿No habÃa llegado para enseñarme una de las lecciones más importantes de mi vida?
Me tiraste al suelo, duro y frÃo.
Mis costillas se golpearon contra este. Cerré los ojos y pedà que esa sensación terminase en ese instante.
No. Yo no era la que creÃa que era.
Yo era esa mujer que se habÃa quedado en una burbuja creada por y para ella.
No te voy a escuchar.
No.
Y te miré a los ojos.
Si, te miré fijamente... Vi el deseo con el que clavaste tus ojos en mi. Sentà tu fuerza y no pude más que decir:
"HAZ CONMIGO LO QUE QUIERAS"
Me dejé llevar por ti y por todo lo que prometÃas que me harÃas sentir.
Caà en tus brazos, me subiste con fuerza, oprimiste mi cuerpo con tu dureza.
Un placer desconocido se introdujo lentamente.
RecorrÃa mi piel erizando cada poro. De verdad...¿es esto lo que me estaba perdiendo?
Sentà como mis piernas perdÃan su fuerza y se doblaban ante el deleite de tu roce.
No podÃa parar...
Mil sensaciones alborotaban cuerpo y mente a la par.
Y al final lo conseguiste.
Me hiciste absolutamente tuya. Me convertà en tu fiel seguidora, en tu mayor fan y en tu ciega defensora.
Sacaste la mejor de mis carcajadas. Me volviste loca con el orgasmo más profundo, me quitaste de encima el peso de los años que me habÃa puesto de más.
¿Serás siempre asà o ha sido tu manera de conquistarme?
Ufff, sinceramente me da lo mismo:
Te disfrutaré mientras estés a mi lado, comeré de tus labios como si fueran los últimos capaces de darme placer.
Te sonreiré cada dÃa y cada noche.
Me deleitaré con tu tacto, me seguiré derritiendo con tu mirada, me perderé en tu mundo.
Si...nunca imaginé que hubiera algo capaz de volverme absolutamente feliz.
Gracias por haber llegado a mi vida, LIBERTAD.