Septiembre...
Ya me llegó tu olor. Si, ese olor a lluvia contenida, a abrazos con pausa, a besos con saliva nueva y con la punta de la nariz ligeramente fresquita.
Tengo que tener cuidado contigo querido mes.
Mira que te adoro pero provocas en mi tantas sensaciones y sentimientos que soy capaz de abrirme en canal bajo tu atenta mirada.
Eres mes de comienzos, de expectativas, de propósitos.
Eres mi mes de contrastes. FrÃo y calor, ternura y aspavientos, despegue y recogimiento.
En todos estos años has sido capaz de convertirte en mi mes de reflexión, el mes que calma mi mirada, el que me vacÃa de todo lo innecesario para poder llenarme con todo lo que está por llegar.
Tienes un color que no consigo plasmar, que solo puedo disfrutarlo mientras te miro.
Eres un mes de sueños, los que se cumplirán y los que dejarán de serlo, pero siempre he confiado en ti, he disfrutado de muchas cosas que comenzaron en tu presencia querido.
No sé como te las apañas, pero me haces ser tan yo...
Traes la serenidad que mi mente necesita y a la vez generas pasión en todo lo demás.
Me acercas la realidad, la tierra, la vida.
Pones un filtro en mis dÃas para poder ver todo con más claridad. Eres una lente que enfoca, que deja pasar toda la luz disponible sin forzar, sin subir exposiciones, sin focos ni flashes.
Eres real.
Y eso me hace sentirme más real aún si cabe.
Eres mi mes favorito...Nunca lo olvides.
Septiembre...¡Qué bonito eres!
